Los
trastornos de la conducta alimentaria y las conductas alimentarias de riesgo,
tales como restringir la alimentación, comer grandes cantidades de alimento con
la sensación de no tener control sobre ello, usar productos para el control del
peso corporal cuya supervisión de calidad es dudosa, los ayunos, la practica
excesiva de ejercicio, el uso de laxantes, diuréticos y medicamentos para
adelgazar, así como el vómito autoprovocado, representa un gran problema de
salud para las mujeres jóvenes. Típicamente, los trastornos de la conducta
alimentaria comienzan durante la adolescencia, con una media en la edad de
inicio entre los 14 y 20 años.
Los
trastornos de la conducta alimentaria son más frecuentes en las mujeres que en
los hombres en una relación 1:10, y en la actualidad son comunes en todos los
niveles socioeconómicos y en todas las etnias.
Entre
las alteraciones de la alimentación destacan los trastornos de la conducta
alimentaria como son la anorexia nerviosa, la bulimia y los trastornos de la
conducta alimentaria no específicos. Pero en este artículo se hablara a profundidad
acerca de la bulimia nerviosa.
En
la bulimia el consumo de alimento se hace en forma de atracón, durante el cual
se ingiere una gran cantidad de alimento con la sensación de pérdida de control.
Son episodios de voracidad que van seguidos de un fuerte sentimiento de culpa,
por lo que se recurre a medidas compensatorias inadecuadas.
La
prevalencia para la bulimia nerviosa en población general de países occidentales
alcanza el 1% en mujeres y el 0.1% en varones y a nivel mundial se calcula
entre 1 y 1.5%. Se estima que la incidencia de bulimia nerviosa a nivel mundial
es de 13 por cada 100 000 habitantes y la bulimia ocurre más frecuentemente entre
los 12 y 40 años.
Existen
criterios diagnóstico para la bulimia nerviosa en este caso hablaremos de los
que aparecen en el Manual Diagnostico y Estadístico de la Asociación Americana
de Psiquiatría, DSM-IV-TR (APA, 2002) para la bulimia nerviosa y Criterios
Diagnostico de Enfermedad-10 (CIE-10) para bulimia nerviosa.
Manual Diagnóstico y
Estadístico de la Asociación Americana de Psiquiatría, DSM-IV-TR (APA, 2002).
1.- Periodos recurrentes de ingestión voraz.
Un episodio de ingestión voraz se caracteriza por dos de las siguientes características:
1) comer en un periodo discreto de tiempo una cantidad de comida
definitivamente mayor a la que comería la mayoría de las personas en un periodo
de tiempo similar, bajo las mismas circunstancias, 2) sensación de falta de
control sobre el comer.
3.- Los episodios de ingestión voraz y las
conductas compensatorias ocurren por lo menos dos veces a la semana durante
tres meses.
5.- El disturbio no ocurre exclusivamente durante episodios de anorexia nerviosa
Clasificación
Internacional de Enfermedades- 10 (CIE-10) (WHO, 1992)
2.- El paciente intenta contrarrestar los
efectos engordadores de la comida con uno o más de los siguientes: vómito
autoinducido, abuso de purgantes, periodos alternantes de ayuno, uso de drogas
como supresores del apetito, preparaciones tiroideas de diuréticos.
De
acuerdo con el DSM-IV, la bulimia se clasifica en dos subtipos: purgativa
y no purgativa.
- Purgativa: durante el episodio de bulimia nerviosa,
la persona utiliza laxantes, diuréticos o enemas y se provoca el vómito.
-No purgativa: la persona utiliza conductas compensatorias inapropiadas por ejemplo realización de ejercicio excesivo, peso no se provoca el vómito, no utiliza laxantes, diuréticos o enemas.
Las
personas con bulimia nerviosa de tipo purgativo tienen más probabilidades de
presentar desequilibrios electrolíticos, mayor comorbilidad psiquiátrica y
menor peso corporal. La mayoría de las personas con este trastorno de la
conducta alimentaria sufren malestar debido a su pérdida de control en la
manera en la que comen y se avergüenzan de hacerlo así, lo que les facilita la
búsqueda de tratamiento, aunque suelen pasar años para que decidan atenderse por
profesionales de la salud y la mejor forma de que se logre el tratamiento es
que la persona con bulimia decida llevar acabo su tratamiento sin ser obligado
por alguno de sus familiares.
El
curso de la bulimia nerviosa es muy variable, puede ser que se presente en
algún momento de la vida y se logre la recuperación total, que aparezca de
forma intermitente, sobre todo en situaciones de estrés, o que esté presente
por largos períodos de manera constante.
BIBLIOGRÁFIA
Guía Clínica para los
Trastornos de la conducta alimentaria, Claudia Unikel Santocini y Alejandro
Caballero Romo, Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz,
2010.
Nutriología Médica,
Kaufer-Horwitz, Pérez-Lizaur, Arroyo, Cuarta edición, México, Editorial Medica
Panamericana, 2015.
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