viernes, 3 de marzo de 2017

BULIMIA

Los trastornos de la conducta alimentaria y las conductas alimentarias de riesgo, tales como restringir la alimentación, comer grandes cantidades de alimento con la sensación de no tener control sobre ello, usar productos para el control del peso corporal cuya supervisión de calidad es dudosa, los ayunos, la practica excesiva de ejercicio, el uso de laxantes, diuréticos y medicamentos para adelgazar, así como el vómito autoprovocado, representa un gran problema de salud para las mujeres jóvenes. Típicamente, los trastornos de la conducta alimentaria comienzan durante la adolescencia, con una media en la edad de inicio entre los 14 y 20 años.

Los trastornos de la conducta alimentaria son más frecuentes en las mujeres que en los hombres en una relación 1:10, y en la actualidad son comunes en todos los niveles socioeconómicos y en todas las etnias.

Entre las alteraciones de la alimentación destacan los trastornos de la conducta alimentaria como son la anorexia nerviosa, la bulimia y los trastornos de la conducta alimentaria no específicos. Pero en este artículo se hablara a profundidad acerca de la bulimia nerviosa.

En la bulimia el consumo de alimento se hace en forma de atracón, durante el cual se ingiere una gran cantidad de alimento con la sensación de pérdida de control. Son episodios de voracidad que van seguidos de un fuerte sentimiento de culpa, por lo que se recurre a medidas compensatorias inadecuadas.

La prevalencia para la bulimia nerviosa en población general de países occidentales alcanza el 1% en mujeres y el 0.1% en varones y a nivel mundial se calcula entre 1 y 1.5%. Se estima que la incidencia de bulimia nerviosa a nivel mundial es de 13 por cada 100 000 habitantes y la bulimia ocurre más frecuentemente entre los 12 y 40 años.

Existen criterios diagnóstico para la bulimia nerviosa en este caso hablaremos de los que aparecen en el Manual Diagnostico y Estadístico de la Asociación Americana de Psiquiatría, DSM-IV-TR (APA, 2002) para la bulimia nerviosa y Criterios Diagnostico de Enfermedad-10 (CIE-10) para bulimia nerviosa.

Manual Diagnóstico y Estadístico de la Asociación Americana de Psiquiatría, DSM-IV-TR (APA, 2002).

1.- Periodos recurrentes de ingestión voraz. Un episodio de ingestión voraz se caracteriza por dos de las siguientes características: 1) comer en un periodo discreto de tiempo una cantidad de comida definitivamente mayor a la que comería la mayoría de las personas en un periodo de tiempo similar, bajo las mismas circunstancias, 2) sensación de falta de control sobre el comer.










2.- Conductas compensatorias inapropiadas para prevenir el aumento de peso.


3.- Los episodios de ingestión voraz y las conductas compensatorias ocurren por lo menos dos veces a la semana durante tres meses.

4.- La autoevaluación se encuentra indebidamente influenciada por la forma y el peso de cuerpo.








5.- El disturbio no ocurre exclusivamente durante episodios de anorexia nerviosa



Clasificación Internacional de Enfermedades- 10 (CIE-10) (WHO, 1992)

1.- Existe preocupación persistente por la alimentación y un deseo irresistible por comer.


2.-  El paciente intenta contrarrestar los efectos engordadores de la comida con uno o más de los siguientes: vómito autoinducido, abuso de purgantes, periodos alternantes de ayuno, uso de drogas como supresores del apetito, preparaciones tiroideas de diuréticos.

De acuerdo con el DSM-IV, la bulimia se clasifica en dos subtipos: purgativa y no purgativa.

- Purgativa: durante el episodio de bulimia nerviosa, la persona utiliza laxantes, diuréticos o enemas y se provoca el vómito.














-No purgativa: la persona utiliza conductas compensatorias inapropiadas por ejemplo realización de ejercicio excesivo, peso no se provoca el vómito, no utiliza laxantes, diuréticos o enemas.

Las personas con bulimia nerviosa de tipo purgativo tienen más probabilidades de presentar desequilibrios electrolíticos, mayor comorbilidad psiquiátrica y menor peso corporal. La mayoría de las personas con este trastorno de la conducta alimentaria sufren malestar debido a su pérdida de control en la manera en la que comen y se avergüenzan de hacerlo así, lo que les facilita la búsqueda de tratamiento, aunque suelen pasar años para que decidan atenderse por profesionales de la salud y la mejor forma de que se logre el tratamiento es que la persona con bulimia decida llevar acabo su tratamiento sin ser obligado por alguno de sus familiares.
El curso de la bulimia nerviosa es muy variable, puede ser que se presente en algún momento de la vida y se logre la recuperación total, que aparezca de forma intermitente, sobre todo en situaciones de estrés, o que esté presente por largos períodos de manera constante.


BIBLIOGRÁFIA 

Guía Clínica para los Trastornos de la conducta alimentaria, Claudia Unikel Santocini y Alejandro Caballero Romo, Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, 2010.


Nutriología Médica, Kaufer-Horwitz, Pérez-Lizaur, Arroyo, Cuarta edición, México, Editorial Medica Panamericana, 2015.

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